Manuel Gual nació en La Guaira en 1759. No se conoce el día. Fueron sus padres el coronel español Mateo Gual y la criolla
Josefa Inés Curbelo. Su progenitor fue un distinguido militar que
ejerció cargos de responsabilidad, como Gobernador de la provincia de
Cumaná y Comandante de La Guaira y Puerto Cabello. Muy joven fue incorporado como Cadete al "Batallón Veterano de Caracas", en 1777 ostentaba el grado de Subteniente. Aficionado a la lectura de obras filosófica y políticas y en contacto con personas que llegaban de Europa, logró adquirir mediana ilustración. En las "Sociedades secretas", encontró información sobre los acontecimientos de Francia y las ideas liberales que comenzaban a extenderse por todo el mundo.
Gual frecuentaba esas Sociedades secretas, en las cuales se
predicaban los principios de la francmasonería, que desde la conferencia
de Londres en 1717,
se habían difundido por toda Europa. Por esa razón el nombre de este
prócer ha sido incluido entre las figuras masónicas del pasado.
De acuerdo con el testimonio de sus compañeros de armas, poseía una gran cultura general, ya que entre otras cosas dominaba el francés y el inglés, además de ejecutar el violín con maestría. Aunque vivía alejado de Caracas, frecuentemente viajaba a dicha ciudad y al puerto de La Guaira,
donde se reunía con amigos. En estas reuniones periódicas se fue
preparando el plan conspirativo, que tuvo a Gual como comandante militar
del movimiento y presidente de la República por establecer. En este
sentido, fue él quien diseñó la bandera que habría de adoptarse y el
plan general militar y político a implementarse.
Poco a poco la situación de Gual se hizo más difícil, ya que las autoridades españolas
estrecharon el cerco en torno a su persona. Espías al servicio de la
Corona lo vigilan noche y día, por lo que tiene que adoptar el nombre de
"monsieur Bourdon" para disfrazar su identidad. A principios de 1800 su salud se ve muy afectada por problemas intestinales, pero se sobrepone a ellos para viajar a Saint Thomas
en busca de armas y de voluntarios que quieran participar en sus
proyectos. Sin embargo, sólo consigue dos jóvenes que lo acompañan a Trinidad.
Aunado a esto se suma la frialdad de Picton con la que empezó a
tratarlo y con los obstáculos que comenzó a poner en su camino. En
septiembre de 1800, un amigo y compañero de causa, de nombre Juan
Monaira, muere en circunstancias extrañas, llegando a circular el rumor
de que había sido envenenado por un espía español; lo cual también mató a
Gual el 25 de octubre de 1800.
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